Sydney es definitivamente un gran conocedor de teorías de conspiración, básicamente sus producciones están cargadas de canciones que exploran la profecía bíblica de un punto de vista hacia un futuro cada vez más oscuro, fusionado con sus creencias frente a la situación mundial y lo que él llama un complot dentro del mismo mundo del rock.
“Si pudiera volver a los años 50, animaría a esos predicadores que estaban rompiendo discos de Rock y llamándolos malvados. ¡Tenían razón! Si pudiera retroceder 150 años, estaría en medio de esos argumentos sobre si deberían permitir un piano en la iglesia. Yo diría que no. En mi opinión, ha resultado más negativo que positivo. La música rock nació de la música que fue traída a la iglesia con esos pianos. Esto puede no ser bueno para mucha gente, particularmente la multitud del rock cristiano que ya ha tenido que racionalizar sus conciencias sobre estos temas”.
Una lectura rápida a un mensaje como estos ya debería fruncir el ceño a un rockero entusiasta o provocar un bosquejo de aquellos que ya se cansan de la satanización de su género musical, ¿De dónde crees que proviene un pensamiento semejante? ¿Pastores como Dave Wilkerson o Jimmy Swaggar? Pues creo que puede sorprender que esta postura radical fundamentalista viene de un mismo rockero cristiano en una entrevista para el sitio web Angelic Warlord dedicado al llamado White Metal.
El responsable de estas declaraciones es el músico de Alabama llamado Sidney Allen Johnson y su proyecto musical muy personal y underground conocido como Babylon Mystery Orchestra.
Antes que nada aclaro que soy admirador de su trabajo y disfruto mucho escuchar su música, sin embargo, reconozco de igual manera no necesariamente estar de acuerdo con muchas de sus posturas.
Sydney es definitivamente un gran conocedor de teorías de conspiración, básicamente sus producciones están cargadas de canciones que exploran la profecía bíblica de un punto de vista hacia un futuro cada vez más oscuro, fusionado con sus creencias frente a la situación mundial y lo que él llama un complot dentro del mismo mundo del rock.
Una de las cosas que me confunden es su incesante renuencia a darle validez a la idea que el rock pueda ser cristiano de alguna manera, mientras nos da una muestra de su música basada en el heavy y el gothic.
El caso es que como mencione anteriormente se trata de un artista con un proyecto muy personal, no tiene una banda de apoyo ni sale de giras, simplemente realiza obras para quienes deseen escucharlo sin preocuparse demasiado.
Su postura frente al tema de la música rock en el cristianismo se vuelve más complejo mientras avanzan sus comentarios:
“La música rock es divertida, alegre, irreflexiva, sexual e irreverente. No hay absolutamente ninguna humildad en ello. ¿Cómo puedes atreverte a llevar esa actitud ante Dios? Divertido y feliz puede ser aceptable para presentar un mensaje cristiano, pero ciertamente el resto tiene que irse. Incluso lo «divertido» y lo «feliz» pueden ser cuestionables. ¿Su punto es alabar a Dios o ser «divertido» y «feliz»?”
Añade además en su visión ante este panorama una imposibilidad de hablar de música rock como un ministerio:
“Preferiría que nunca se usara el término rock cristiano. Si eres cristiano y es importante para ti, será muy obvio en tu música. Atribuir esa descripción a la música implica un respaldo que todos deberían tener miedo de presumir. Y tocar en una banda de Rock, incluso si estás cantando sobre temas relativamente cristianos, no necesariamente significa que tienes un «ministerio». Por supuesto que hay muchas bandas que se refieren a su música como un «ministerio» y eso me irrita muchísimo”.
Constantemente trato de ser muy analítico frente a las teorías de conspiración, muchas que Babylon Mystery Orchestra trata en sus temas, especialmente con cuestiones con sociedades secretas como Los Illuminatis, principalmente porque considero que aunque muchas cosas podrían ser ciertas, corremos el peligro de no separar la realidad de la simple especulación y se puede terminar por exagerar mucho las cosas.
Por supuesto no veo la música rock como una imposibilidad de cantar acerca de nuestra fe y compartirla, tampoco creo que ciertos instrumentos musicales o sonidos estén relacionados con algo malo, en ese sentido por mucho que admire su trabajo y escuche su proyecto no puedo estar de acuerdo, sin embargo, encuentro interesante una parte de sus declaraciones.
La banda de rock Flyleaf es una de las más importantes de esta primera parte del siglo 21 y el guitarrista Sameer Bhattacharya declaró igualmente algunas confesiones para el articulo Lions and tigers and Christian bands, oh my! de MySpace que nos llevan a reflexionar bastante.
«Por supuesto que somos una banda cristiana. Es por eso que estamos juntos haciendo esto». Afirma enfáticamente, sin embargo también guarda un pensamiento menos radical que muchos de sus contemporáneos frente a la visión de su arte:
“Me gustaría no anunciar nuestra banda como una «banda cristiana» con el único propósito de evitar usar el nombre de Jesús como herramienta de marketing. No quiero «bancarizar» el nombre de Jesús. Parece un poco digno de pena; Esa es mi convicción personal, pero ha habido largos debates y compromisos cuando se trabaja con varias personas. Así es la vida. Para mí, saber que todos en nuestra banda aman a Dios y se esfuerzan por buscar y comprender su consejo, aceptarlo y estar en paz con El”.
Ante un panorama como estos es difícil encontrar un punto de equilibrio pero intentaremos hallarlo.
Respeto totalmente a las bandas que llaman ministerio a su música, pero por otro lado creo que esa necesidad de muchos músicos por intentar clasificar o no clasificar su trabajo se vuelve tediosa en muchas ocasiones.
Entonces finalmente ¿Qué es el rock cristiano? Algunas bandas dicen que la prioridad es la alabanza y adoración en sus letras, otros teniendo en cuenta el alcance cultural del género creen que la idea es el evangelismo, otros hablan de su fe sin vergüenza alguna en el mercado más comercial, pero de maneras más abstractas en sus composiciones, otros tienden a simplemente reconocer su fe mientras sus canciones hablan de diversos temas.
El caso es que he visto desgastarse a muchos músicos en sus entrevistas tratando de dar a entender su postura, lo cual entonces genera un interrogante ¿Es necesario explicar el arte como si se tratara de vender un producto?
Decía Bono Vox el carismático vocalista de la banda irlandesa U2 para el famoso documental «The Psalms«: “La creación grita el nombre de Dios, así que no tienes que pegar una señal en cada árbol”.
En la segunda parte de estos artículos veremos algunos ejemplos de artistas cuya fe ha estado presente desde siempre sin que necesariamente entren en una etiqueta góspel, por el momento deberíamos reflexionar al hecho de que lo que denominamos como ministerio para Dios, debería ser en primera estancia nuestra propia vida, de la cual finalmente es de lo que Dios nos pedirá cuentas algún día y que elementos como la música o el púlpito son en realidad herramientas que Él nos brinda para administrarlas correctamente en nuestro viaje de fe por este mundo.
Jorge Mario Marín Cadavid, más conocido en las redes sociales como George Rock, Autor y redactor para Puerto Rock Cristiano y Co-Conductor del programa Vida y Rock.