Creed: La Oración de un Rock Star

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Scott Stapp es uno de los artistas cristianos más complejos en los últimos años, su vida personal lejos o fuera de los escenarios no ha sido fácil.

Su banda post grunge Creed, en la cual se desempeñó como vocalista, ha sido amada u odiada por igual desde su aparición. En 1999 se convirtió en centro de críticas de muchos que la acusaron de ser una copia de Pearl Jam, sin embargo, también ganaron una fiel fanaticada y para el lanzamiento de su álbum Weathered se establecieron como una de las bandas de rock más populares en el mundo en la primera década del 2000.

Algo que causó desde siempre una incógnita en su audiencia era el encontrar constantes referencias espirituales en las letras de sus canciones.

De aquí viene la gran pregunta del millón ¿Era Creed una banda cristiana?

Todo se basa en el hecho de que Scott Stapp, como pasa a menudo en la historia musical, es hijo de predicador, al parecer de aquellos que le prohibían a sus hijos escuchar rock n roll, esto lo llevó de alguna manera a alejarse de este estricto estilo de vida. A pesar de eso y como había pasado solo unos años atrás con bandas como Collective Soul, Stapp mantenía una relación algo difícil con sus creencias al tiempo que deseaba ser rockstar.

Los demás músicos de la agrupación por su parte no compartían la fe de su vocalista, lo cual en cierta manera se convirtió en una carga difícil de llevar. El público cristiano se volcó rápidamente hacia Creed, su discografía comenzó a aparecer en varias páginas dedicadas a promocionar bandas cristianas. Este y muchos otros factores de convivencia crearon momentos muy estresantes alrededor de los músicos.

La vida de Scott era sin embargo, no muy lejana a los excesos de cualquier estrella del rock n roll de su entorno, sus problemas con el alcohol y las drogas se hicieron muy conocidas e incluso protagonizó un gran escándalo debido a un video filtrado donde en compañía del también cantante Kid Rock tenían sexo con groupies, este acto se había realizado en 1999 pero el video salió a la luz en el 2006.

La banda rompe, aunque no de forma definitiva, debido a que los excesos de Scott se salieron totalmente de control, especialmente en un concierto en Chicago donde él se tomó una siesta en pleno concierto detrás del escenario, después salió a cantar sin la banda para finalmente desplomarse en escena.

Regresaron en el 2009 con el álbum Full Circle.

El cantante fue convocado por el director Mel Gibson para hacer parte esta vez en solitario de la banda sonora de la popular película The Passion of the Christ del 2004, principalmente debido a que sus hijos eran fans de su banda.

La experiencia de haber contemplado parte de la filmación causó una especie de despertar espiritual para el cantante y esto se refleja en la hermosa canción Relearn Love:

En una obscura y sola carretera, necesito al Hijo para alzar mi cabeza. Vine antes que tú, estoy desnudo. El hombre que soy ahora debe estar cubierto, vivo aguantando tormentas y estoy deshecho.

Mi corazón vencido está en tus manos. Lo que realmente necesito es un abrigo y una oportunidad para reaprender a amar.

Después de esto comienza su carrera en solitario con el disco The Great Divide, siguiendo la misma línea musical con la que se dio a conocer en Creed, pero con una identidad más clara sobre sus creencias.

A pesar de todo, esto no fue el fin de los problemas del cantante, su segunda esposa la Miss New York Jaclyn Nesheiwat, demandó a Stapp en el 2007 por violencia doméstica, el cantante se disculpa posteriormente tanto con su esposa como el público.

En el 2014 su esposa le solicita el divorcio, posteriormente el cantante se declara en escases económica, además que clínicamente es diagnosticado como bipolar, tiempo después regresa con su familia.

En estos momentos no se podría siquiera predecir qué sucederá con Creed, la carrera de Scott Stapp y que situaciones vienen en el futuro.

Lo que si es cierto es que antes de lanzar los acostumbrados juicios, emitir diagnósticos poco necesarios o acusar a Scott de no ser un verdadero creyente pienso que en realidad nuestra actitud debe ser la de clamar por su alma.

Creo que lo que realmente entusiasmó a muchos de los creyentes cristianos no era tanto el ver mensajes espirituales en una banda cuyos videos se trasmitían por la MTV, más bien se trataba de algo profundo.

Las canciones de Stapp podrían definirse como lamentos desesperados buscando la ayuda y dirección divina, temas como One Last Breath o My Sacrifice no deben tomarse a la ligera, se trata de canciones muy cercanas a los salmos en que se clama insistente por la salvación.

En lo personal, en muchas ocasiones me sentí profundamente identificado con las canciones de Creed, independiente de si caben o no dentro del molde del rock cristiano (finalmente sus videos fueron censurados en canales como Enlace Juvenil mientras curiosamente muchas bandas donde la fe cristiana era referencia de uno o dos miembros se rotaban con entusiasmo). Pero sus letras son el reflejo de muchas luchas, dudas y crisis de fe en las cuales sin vergüenza alguna deberíamos aceptar que nos enfrentamos en muchos momentos de nuestro transitar por esta tierra.

Situaciones como las de Scott no han sido realmente ajenas al mundo de la llamada “música cristiana”, recordemos que personajes muy frontales como John James de Newsboys tuvo que abandonar la banda debido a excesos que estaban por destruir su vida y su matrimonio, la banda decidió enviarlo de nuevo a su natal Australia para restablecer su relación con Dios.

Estas situaciones no son para desanimarnos, sino más bien para que reconozcamos que nuestra salvación y salud espiritual no dependen de si somos músicos, pastores o estamos en un ministerio, sino que dependen de nuestra dependencia a Dios. Y que lo que nos libra de nuestra naturaleza pecaminosa es la sangre de Cristo que nos limpia.

El ocultar y aparentar que somos perfectos solo nos aísla más, nos llena de culpa y hace que vivamos una doble fachada que tarde que temprano nos destruye.

Muchos de los llamados héroes de la Biblia fueron personajes que cometieron grandes errores, actos injustificables, pero lo que marcó la diferencia fue la perseverancia al seguir buscando al Dios de las segundas oportunidades.

Es por eso que personajes como Scott Stapp deben estar en nuestras oraciones, pedir que cada día sus pasos dependan más de la luz que ilumina nuestro andar diario y clamar por nuestra ciudadanía en el reino de los cielos.

Como dice la canción Higher del disco Human Clay:

“¿Puedes llevarme muy alto?

Donde el hombre ciego puede ver

¿Puedes llevarme muy alto?

Donde las calles son doradas”.

Artículo original: ZonaJ

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