Las Estrellas del Rock Cristiano y la Pesada Carga de las Apariencias

Redes Sociales

En estos últimos años he contemplado a través de las redes sociales, como los fanáticos de ciertas agrupaciones que en determinados momentos fueron representativas para el rock cristiano, caen en fuertes decepciones cuando salen a la luz fuertes escándalos causados por algunas estrellas del rock cristiano.

Un descorazonador panorama para la fiel audiencia se abre cuando las idealizadas agrupaciones escondían motivaciones que no eran las que profesaban insistentemente en sus presentaciones.

Por ejemplo, Tim Lambesis de la banda por excelencia del metalcore, As I Lay Dying, fue uno de los casos más sonados al intentar contratar un sicario para asesinar a su esposa.

La parte más escalofriante de la historia es cuando perdiendo totalmente su temor y su creencia en su ser superior, comienza un cambio en el que una fuerte crisis matrimonial fue dando paso a este hecho que dejó en shock no solo a los allegados, sino también a su abundante grupo de seguidores.

La cuestión, sin embargo es más compleja, al darnos cuenta que los demás miembros de la banda tampoco tenían una relación personal con el Creador desde ya mucho tiempo atrás.

Recuerdo un festival cristiano, donde un periodista quería que uno de nosotros diese su testimonio, nos quedamos helados hasta que pudimos introducir al único que era todavía cristiano en ese momento. Después nos reímos mucho pero en realidad era muy incómodo.” Afirmaba Lambesis.

Algo que sin ninguna vergüenza confirmara sus afirmaciones, es el hecho de que la banda decidió esconder su abandono de la fe cristiana para no ver afectada su condición financiera.

En el 2014 es llevado a prisión por contratar a un sicario para asesinar a su esposa.

Aunque su abogado intenta convencer a la corte del mal estado mental de Lambesis debido a su obsesión por los esteroides que consumía para sus rutinas en el gimnasio, todo esto termina descartándose.

Curiosamente, a partir de este momento comienzan a salir a la luz otras declaraciones similares como la de la banda The Order of Elijah quienes renunciaban a cualquier etiqueta cristiana.

Incluso, aunque no parezca tan significativo actualmente, el guitarrista George Perdikis, uno de los fundadores de Newsboys afirmó que aun en los primeros años de la banda no le interesaba tanto el cristianismo como el ser un verdadero rockstar.

Después del poco tiempo de estadía con la banda australiana empieza lo que él llama un tiempo de redescubrimiento para finalmente reconocer su ateísmo en el 2007, anexando como era de esperarse, afirmaciones muy duras hacia sus ex compañeros de banda.

Lo interesante es que esto finalmente generaría bastante publicidad a Perdikis al sacar a la luz pública dichas afirmaciones, si tenemos en cuenta que la banda Newsboys es actualmente muy reconocida por su participación en la serie de películas de Dios No Está Muerto.

Muchos otros casos se podrían nombrar, en una gran parte injustificables, sin embargo quiero centrarme en exponer uno de los más recientes y que más inquietud me ha generado al ser más complejo de lo que se percibe a simple vista y que debería mirarse desde otra perspectiva.

En medio de todas estas historias, la banda de Tampa, Florida, Underoath, emociona a sus antiguos seguidores anunciando su regreso a los estudios de grabación después de algunos años, entusiasmo que se fue apagando frente al cambio de dirección que recientemente reveló el músico Spencer Chamberlain.

Underoath lideró desde su aparición en 1999 el movimiento emo que fue tan popular para la naciente década del 2000.

El disco “Ø (Disambiguation)” fue su última producción en el 2010, en donde la agrupación se separa. Ya para este tiempo se cuestionaba bastante la fe de sus integrantes sin llegar a esclarecerse todo lo que se especulaba.

Todo parece confirmarse ahora en el 2018 tras la salida de “Erase” una obra que no presenta ninguna declaración de fe si no que refleja las luchas internas de sus integrantes.

Durante una entrevista que recientemente realizó Spencer, reveló como al hacerse público su problema con las drogas, una parte de la comunidad cristiana mostraba un gran resentimiento ante el músico y un profundo rechazo que solo acrecentó más los problemas internos alrededor de la banda.

Enfatiza además en sentirse realmente solo durante su etapa como creyente y el no poder encontrar ayuda frente a sus muchas crisis.

Hoy a pesar de estar sobrio rechaza enfáticamente sus antiguas creencias.

¿Hasta qué punto se idealiza a nuestra “estrella” cristiana favorita? ¿No están ellos en iguales condiciones que nosotros? ¿Acaso no somos todos seres imperfectos necesitados diariamente de la gracia de Dios independientemente del “estatus” de liderazgo en que nos encontremos?

La industria de la llamada “Música Cristiana Contemporánea” se convirtió en uno de los fenómenos más lucrativos en el mundo musical en los últimos años contrastando con el estado underground del Jesus music en los sesentas y setentas.

Esto trajo consigo de alguna manera momentos muy positivos en cuestión de evangelización, pero lamentablemente llegaron de igual manera muchos problemas.

Las disqueras de corte evangélico se preocupan por crear en muchas ocasiones la imagen del cristiano perfecto, el simpático creyente que sonríe constantemente en las entrevistas y sesiones de fotografía, donde las respuestas sobre lo bonito que es ser cristiano están a la orden del día, pero poco se habla de los conflictos y las crisis que como seres humanos imperfectos estamos proclives a vivir en diversos momentos de la vida.

El músico afroamericano Tonex antes de ser conocido como el artista abiertamente homosexual B.Slade, anunció su retiro en el 2006 de la música gospel declarando que se sentía decepcionado en el manejo que este sector le daba a los artistas, curiosamente el también cantante Kirk Franklin, respalda las palabras de Tonex refiriéndose a esta como “el peso de una industria que solo se construye para hacer dinero, no para curar las almas rotas«.

No estoy  afirmando que no exista gente honesta alrededor de este medio o que el objetivo de compartir el evangelio a través de la música no se esté logrando, pero veo la necesidad de una urgente reforma en varios sentidos.

El peso de muchos artistas cristianos llega a explotar cuando al no poder expresar sus luchas personales, los convierte en figuras reconocidas pero aisladas del mundo, especialmente de aquel mundo que les exige aparentar una perfección de la cual carecemos.

Es posible que algunos hechos como los de la banda Underoath y muchos otros que cada vez se vuelven más recurrentes, puedan no repetirse cuando el mundo de la llamada “música cristiana” deje atrás el deseo de mostrar equivocadamente al mundo una especie de Disneylandia góspel y se promueva el reflejo real de que nos encontramos ante un mundo caído y que en nuestra condición humana, debemos ir día a día de rodillas ante Dios para ser redimidos.

La misericordia con que hemos sido tratados y perdonados en la cruz, debe recordarnos constantemente la necesidad de cuidar de nosotros mismos y ayudar a sanar las heridas que se presentan en el camino.

La religión constantemente enfatiza en ser buenos mediante obras y mostrando una imagen ajena a nuestra realidad, Dios por su parte, conociendo que su creación no podía ser buena en sus propias fuerzas nos envió a su hijo unigénito para que a través de El nuestros pecados fueran perdonados y se constituyera en él un puente para tener relación personal con Dios Padre.

Lejos de máscaras y desnudando nuestra condición delante de su presencia podemos confiar en su gracia y su perdón, eso nos libra del peso de las apariencias.

Publicación original: ZonaJ

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