George Marín nos cuenta nuevamente sus experiencias con las bandas internacionales que han pasado por Colombia, en esta ocasión con la agrupación Mad Max.
Un tema ya abarcado en muchas ocasiones y que siempre tendrá críticas divididas es el famoso debate si un músico cristiano debe limitarse solo a ejecutar lo que entendemos como “música cristiana”.
Mucho más complicado la radical posición de que un cristiano solo debe escuchar música hecha por personas que compartan su misma fe y todo lo que canten tenga una dirección hacia la alabanza y la adoración.
Pues bien, ese definitivamente no es mi caso, tampoco entraré a explicarlo ya que el tema en si está ampliado en muchas de nuestras publicaciones.
En el caso que nos compete es el hecho que en el llamado rock cristiano, existen propuestas musicales muy complejas de artistas que no niegan su fe en lo público, tampoco necesariamente en su música pero no tienen en su agenda la idea de hacer góspel.
Los casos son muchos, van desde bandas como Giant, Impelliteri, Mutemath, Twenty One Pilots, U2, solistas como Johnny Cash, Alice Cooper, Lance Power hasta músicos que han mantenido su fe en el medio de la corriente principal de la música como Rudy Sarzo o Tommy Aldridge.
Es por ello que en mi caso personal no tengo problema con este asunto desde que sus acciones y su arte no contradigan la fe.
Dicho esto, quiero en esta oportunidad contar mi más reciente experiencia con la banda alemana Mad Max, agrupación de hard rock y glam metal que tuve la grata oportunidad de ver en concierto en su reciente gira por Latinoamérica.
La banda comenzó a principios de los ochenta primeramente grabando discos en una onda heavy metal, contando historias fantásticas típicas de aquellos años para posteriormente inclinarse hacia la diversión lírica y romántica del glam con su icónico álbum Night of the Passion de 1987.
Durante los años noventa solo supimos de ellos a través de Never Say Never.
Luego tras unos años de silencio regresaron en el 2006 con Night of White Rock, disco que sorprende a sus seguidores con letras claramente cristianas.
En este proceso declaraban ante la prensa especializada que al menos sus miembros fundadores siempre han sido creyentes, además que usan su material más suave o acústico para hacer algunas giras en iglesias protestantes de su país.
Es llamativo además que tras el lanzamiento de este disco graban el ep In White que incluye la famosa canción de adoración Open the Eyes of My Heart.
Posteriormente sus nuevos lanzamientos seguían una línea que fusionaba la fe con diversos temas, lo que muchos llaman banda con temas positivos… mejor dejémoslo así.
Pues bien, este 2023 comienza con una gira por Latinoamérica, que incluye nuevos integrantes como algunos de la alienación clásica.
Me enteré de manera algo tarde que para la ya pasada fecha del 18 de marzo se presentaban en Bogotá compartiendo escenario con los norteamericanos de Fortune, por diversos motivos no podía asistir, no obstante y con aviso inesperado me enteré que solo dos fechas antes estarían al sur del país en una pequeña pero preciosa ciudad llamada Popayán, una de las más antiguas de Colombia y que en algunos sectores todavía conserva edificaciones clásicas.
En esta ocasión serían el evento principal en un festival universitario al aire libre llamado Rock en tus Venas ¡Totalmente gratis!
Pues bien no perdí la oportunidad y viajé hasta esta ciudad a contemplar un espectáculo de un nivel profesional de alta calidad. Tuve la fortuna de acceder a una foto con la agrupación, sobre lo cual quiero añadir que siempre es una incógnita sobre qué pasa si te topas con músicos legendarios e internacionales, pero debo confesar que fue muy agradable, personas amables, pacientes y sin ínfulas de celebridades.
Después de algunas presentaciones locales con agrupaciones de géneros como el rock en español (si ya, no es un género como tal pero etiquetar siempre es complicado) y el glam muy interesantes y agradables, llega Mad Max al escenario comenzando con uno de sus grandes clásicos la canción Burning the Stage, suficiente para encender mis energías y disfrutar de lo mejor del rock.
Lo siguiente fue un despliegue por canciones tanto de los gloriosos ochenta como de sus últimos lanzamientos: Starcrossed Lover, Rolling Thunder, Stormchild, Ladies and Gentleman, Wild and Seventeen, Fallen From Grace, Hearts On Fire, Lonely is the Hunter.
El momento culminante del evento Mad Max cierra con un tema que la verdad por un momento perdí las esperanzas pero que me sorprendieron de manera grata al interpretar Fox on the Run.
Por supuesto, se trata de un cover de los también europeos Sweet y aclaro, me considero admirador del gran trabajo de esta banda, pero dentro de una percepción muy personal considero la versión de Mad Max mucho mejor, por supuesto muchos lectores tendrán su opinión contraria a mi punto de vista lo cual es totalmente valido.
Esta inolvidable noche cierra con Night of the Passion del ya mencionado álbum homónimo.
En perspectiva, se trata de otro gran concierto que Dios me permitió disfrutar, cargado de la energía clásica del rock y con una banda icónica. Sin tener que explicar etiquetas religiosas, solo el buen arte.
Jorge Mario Marín Cadavid, más conocido en las redes sociales como George Rock, Autor y redactor para Puerto Rock Cristiano y Co-Conductor del programa Vida y Rock.