Tolkien, Lewis y la Mitología Musical

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El estreno de la película “Tolkien” en el 2019 no fue necesariamente un gran éxito comercial, sin embargo, se convirtió en una significativa entrega donde se intenta explorar no solo la juventud, sino también el corazón del mejor escritor de historias fantásticas del siglo 20, cuyo legado ha llegado al corazón del mismo rock n roll.

Presenciar y hacer parte de la guerra es una experiencia que suele dejar secuelas internas de estrés post traumático, el escritor británico J.R.R Tolkien no fue inmune a ellas, después de la sangrienta batalla de Somme contra los alemanes las plasma significativamente en uno de sus personajes más queridos de la tierra media.

El pequeño Hobbit Frodo Bolson no regresó a la comarca siendo el mismo después de su enfrentamiento con el señor oscuro y la herida que le propició el puñal de morgul cuando le atravesó el Rey Brujo de Angmar.

Y es que las obras relacionadas con el mundo de la tierra media, van más allá de simplemente denominarlas como épicas o fantásticas.

Se trata de la construcción de todo un mundo con su respectiva geografía, su propia lengua pero también es el reflejo del mundo en la visión de su autor, quien vivió los horrores en el campo de batalla, vio morir a algunos de sus mejores amigos en la primera guerra mundial.    Los avances tecnológicos que amenazan hoy al medio ambiente era algo que ya se reflejaba en su obra y  en medio de todo esto sus historias se encuentran cargadas figuras simbólicas basadas en su profunda fe católica.

Esto no pasó desapercibido para aquellos quienes le admiraban, «¿Cuál es el propósito de la vida?» le pregunta por correspondencia Camilla Unwin a lo que su respuesta no podría ser más radical: “El principal propósito de la vida podría decirse que es crecer en el conocimiento de Dios, y ser movidos por él para alabar y dar gracias en la medida de nuestras capacidades y por todos los medios que tengamos al alcance.»

El sistema moral de Calabozos y Dragones

La influencia de los escritos del autor británico traspasaron incluso a diversas formas de entretenimiento, ya que a diferencia de lo que muchos fundamentalistas evangélicos de los ochentas pensaron en medio de su malsana obsesión por el satanismo, juegos de rol como Calabozos y Dragones, fueron creados por un creyente cristiano quien no pretendió en ninguna manera que sus consumidores abrazaran el ocultismo.

Gary Gygax es el creador de este famoso juego que como muchos otros solo apunta a desarrollar más las habilidades mentales y la imaginación, el problema es que la creación de un sistema moral al que denominaba “alineamiento” que permitiera elegir al jugador entre lo bueno y lo malo aterrorizó a cierto sector religioso que como pasa todo el tiempo, le teme a lo que no entiende.

Gary se encuentra entonces tímido al principio de hacer alguna declaración de fe, posteriormente esta postura cambia de manera significativa “Yo era realmente reticente al hecho, ya sabes, de que soy cristiano; principalmente porque tenía miedo de que pudiese darle un mal nombre al cristianismo, al haber sido yo quién había hecho Dungeons & Dragons. Por eso lo hice y me callé la boca. Pero finalmente he decidido que no, que no voy a hacerlo nunca más”.

Antes de su muerte en el 2004 dejaría una carta a sus fans por de más emotiva: “Sólo soy un ser humano más, que después de haber tomado muchos caminos equivocados y haber fracasado en muchos intentos, finalmente ha encontrado a Jesucristo”.

    J.R.R. Tolkien, 1940. Wikipedia.

En lo profundo de la Tierra Media

Regresando al tema de Tolkien, la creación de la tierra media llega  por medio de Eru Ilúvatar, representado en su libro el Silmarillion, como el ser supremo del universo quien crea unos espíritus divinos llamados los Ainur, cuya capacidad de crear hermosa música los hace participes de la creación de un mundo material donde habitarían los hombres, los elfos y los enanos.

En la visión del autor estos seres «eran capaces de muchos grados de error y fracaso», es por eso que la llegada de Morgoth el primer señor oscuro trae la ambición por el poder del mundo, esta forma de corrupción continua con su sucesor Sauron.

Es aquí donde vemos representada la caída del hombre y hasta donde lleva su deseo de poder a la más profunda degradación, no solo representada en Sauron sino también en un personaje tan digno de lástima como lo es Golum, a quien vemos en toda su profunda miseria después de  mucho tiempo de ser portador del anillo, uno de los siete creados por los herreros elficos pero corrompidos por Sauron con la misión de esclavizar y dominar todos los pueblos.

Es aquí donde tiempo después se crea la comunidad del anillo con la misión de destruir el objeto ayudando a Frodo  su actual portador al lugar donde fue forjado, el volcán de la tierra de Mordor.

Progresivamente todo empieza a tomar un aire mucho más mesiánico y con anhelos de redención, no representado en un solo personaje, sino a través de sacrificios realizados por personajes como Gandalf, Aragón y el mismo Frodo cuya imagen llevando todo el peso de la oscuridad de camino al volcán hace que inevitablemente recordemos el camino al calvario del Mesías.

Es al final  del “Retorno del Rey” cuando vemos en Aragón el cumplimiento de una nueva tierra gobernada por la paz y ese conmovedor momento al partir  Frodo y su tío Bilbo hacia las  Tierras Imperecederas, nuestro profundo deseo de la vida eterna.

La influencia del escocés

Seria injustificable tratar de encontrar un solo referente ante la belleza de la obra de Tolkien, pero podríamos decir que todas estas alegorías hacia la cristiandad tienen su influencia en gran parte en George McDonald.

Este poeta y pastor de escocia del siglo 18, no solo era diestro en escribir libros sobre apologética sino también un pionero de la literatura fantástica.

En su búsqueda de explorar la condición humana por medio de la fantasía, nos dejó obras como Phantastes, influenciada por el romanticismo alemán y nos cuenta la historia de ánodos un personaje quien sumergido en un mundo de ensueño encuentra en la Dama de Mármol su ideal de belleza femenina.

Lilith de 1985, considerada su obra más oscura, nos presenta a Vane en un viaje donde conoce a la “primera” mujer de Adán, personaje al que muchos tienden a creer que es real y ha suscitado toda clase de teorías sobre el inicio de la creación, todas ellas por supuesto sin una base teológica firme.

Lo cierto es que sus obras estaban lejos de ser poco profundas y su imaginación tenía un propósito realmente fascinante donde se exploran los anhelos del ser humano.

 Los Inklins y el renacimiento espiritual de C.S. Lewis

Cuando Tolkien se convierte en un prominente profesor en Oxford, decide empezar con entusiasmo un club literario llamado los Inklings, de quien formó parte su amigo, el también escritor de bellísimas obras basadas en el cristianismo, tales como Perelandra, Carta de un Diablo a su Sobrino y la más importante la saga de Las Crónicas de Narnia, este hombre era por supuesto C.S. Lewis.

A pesar de haber sido educado como protestante en Irlanda del Norte, Lewis se proclamaba agnóstico y veía el cristianismo como un mito, la influencia de su amigo Tolkien sería en cierta manera muy clave para su posterior conversión.  Esto debido en parte al encontrar a alguien tan inteligente defendiendo su fe de una manera coherente, lo curioso es que para decepción de Tolkien, en el caso de Lewis este no abraza el catolicismo sino la fe anglicana protestante.

Lewis fue el primero en leer el Hobbit, pero mientras las obras de Tolkien iban a un ritmo lento pero cuidadoso, Lewis ya empezaba su popularidad comercial con libros que directamente y sin importar las malas críticas de sus compañeros docentes, exploraban su ferviente fe en Jesús, la cual ahora defendía sin titubeos: “Dios no puede darnos una felicidad y paz aparte de sí mismo, porque no está allí. No existe tal cosa”, aseguraba el escritor.

Es por eso que encontramos en Las Crónicas de Narnia, una obra un poco más ligera y para un público más infante, pero por supuesto no menos fascinante y conmovedora, al responder a una carta de una niña llamada Anne Walker Jenkins, Lewis habla claramente: “toda la historia de Narnia es sobre Cristo”.

Es por supuesto estas afirmaciones respaldadas por el personaje del león Aslan, la clara representación de Cristo en la cual vemos en el libro “El León, La Bruja y el Armario” como la única forma de salvar a la tierra de Narnia de los errores del personaje de Edmun, es entregarse en sacrificio bajo la mortal tortura de la Reina Blanca, pero nos emocionamos hasta las lágrimas con su victoriosa resurrección.

Cada entrega de la saga de Narnia en sus siete libros nos acerca en medio de sus alegorías a conocer un poco más el carácter de Cristo reflejadas en el personaje de Aslan.

El curioso mundo de Charles Williams

Posteriormente y algo que de alguna manera no agradaba mucho a Tolkien fue la inclusión del también escritor protestante Charles Williams de parte de Lewis al club de los Inklins.

Las obras de este autor no eran sin embargo, similares a las de sus compañeros, no encontramos necesariamente palabras claves que nos guiaran por la redención, pero su fe se reflejaba en personajes débiles que reconocían que necesitaban la salvación o en caso contrario eran condenados por sus propios fracasos.

“La famosa frase Dios es amor -afirma-, se asume generalmente que quiere decir que Dios es algo así como nuestra gratificación emocional inmediata, no que el amor tiene que ver con el Otro y con la santidad de Dios”.

Encontramos entonces interesantes aventuras donde sus personajes frecuentemente luchaban  contra fuerzas oscuras, elementos del ocultismo que siempre llamaron la atención de Williams pero no en términos de participar de ellas, algo que muchos pensaron por sus acercamientos con logias como La Orden Hermética del Alba Dorada, en realidad este interés solo tenía el objetivo de alimentar las historias de sus escritos.

Una señal de Dios en el instituto Hogwarts

J.K. Rowling se congrega frecuentemente en la misma comunidad anglicana a la que asistía en vida C.S. Lewis, su hija fue bautizada allí e incluso afirma que una amiga de dicha iglesia fue de gran ayuda para la creación del mundo de Harry Potter.

Rowling no pretendió  en ningún momento crear simbolismos teológicos o alegorías cristianas en su obra como los autores citados anteriormente, pero nuevamente los fundamentalistas podrían darse a la tarea de analizar, antes de llevar a la hoguera sus libros y acusarlos de promover el ocultismo en la juventud.

La autora utiliza la palabra mago en inglés wizard para acercarse más propiamente a un sabio, ya que finalmente al igual que en los mundos de la Tierra Media o Narnia, la magia aquí no está necesariamente basada en elementos malignos, sino en herramientas que se usan para lo bueno y lo malo.

Potter y sus amigos, personajes que vienen de hogares difíciles y viven los típicos pormenores de la adolescencia son entonces seres frágiles que como cualquiera de nosotros se ven enfrentados a grandes dilemas entre hacer el bien o el mal.

Es por ello que las historias de Harry Potter adquieren en sus aventuras principios morales donde la lealtad, la amistad o el compañerismo son las que determinan la madurez de sus personajes.

Viva la música

Con la llegada del movimiento de Jesús a finales de los sesentas, no podría esperarse menos de la fuerte influencia de Tolkien y Lewis en las alegres canciones folk rock de los hippies cristianos de la época.

Es aquí donde es difícil determinar cuántas bandas respondían al nombre de Aslan, tanto que a veces se vuelve complicado distinguirlas.

All Save Freak Band una de las agrupaciones más importantes de la historia del rock cristiano de aquellos años mostraron su gran admiración por la tierra media en su disco de 1976  For Christians, Elves, and Lovers mientras que 2nd Chapter of Acts tendrían toda una obra conceptual llamada The Roar of Love en 1980 dedicada evidentemente al mundo de C.S. Lewis.

Es sin embargo, una agrupación británica llamada Narnia quien con una corriente musical de art rock progresivo, autores de uno de los mejores discos cristianos de la década de los setentas en Europa.

Aslan Is Not A Time Lion” de 1974 es un disco sencillamente exquisito, ejecutado por unos excelentes músicos y liderados por la preciosa voz femenina de Pauline Filby, quien anteriormente ya había grabado en solitario.

El sonido épico

Por supuesto que géneros del rock como el progresivo y el power metal, quienes siempre se han distinguido por manejar temas épicos y fantásticos en sus liricas, tendrían la fantasía cristiana de los profesores de Oxford en sus temas.

La banda de Tennessee Glass Hammer, es una de las agrupaciones de rock sinfónico profesional en el medio musical más aclamadas, tanto que han recibido el respeto de los grandes críticos del género fuera del contexto cristiano.

Su disco debut de 1992 Journey of the Dunadan, estaba lejos de encajar musicalmente con los sonidos alternativos que comenzaban a imperar por aquellos años y se trata de un precioso álbum conceptual basado principalmente en el personaje de Aragón.

Su segundo álbum llamado Perelandra continuaría en una línea similar en esta ocasión basados principalmente en la trilogía cósmica de C.S. Lewis pero de igual manera en Las Crónicas de Narnia.

Años después en el 2001 llegaría The Middle-Earth Album, con influencias del folk irlandés y con un sonido que encajaría más para un público infantil, lo que no le quita su gran validez y belleza.

En 1998 haciendo parte de la ola de bandas que buscaban rescatar el sonido clásico al metal, aparece la banda sueca Narnia (No confundirla con la anterior mencionada), liderada por el cantante Christian Liljegren y el virtuoso guitarrista Carl Johan Grimmark, ambos importantes músicos en la escena del metal cristiano de su país.

Su primer disco The Awakening es toda una joya musical y es a partir de aquí donde nos deleitan con temas como el instrumental The Return To Aslan, su segundo trabajo Long Live the King también contiene referencias como el también instrumental Gates of Cair Paravel y para el álbum Desert Land la potente y victoriosa canción The Witch and the Lion.

Por supuesto es de destacar que sus primeros cuatro discos estaban acompañados del gran león en sus portadas, algo que para mi concepto es lamentable que se perdiera a partir del disco Course of a Generation.

Lo que si no se ha perdido afortunadamente es la gran calidad musical de sus discos, su reciente producción From Darkness to Light marca un cierto regreso a sus raíces progresivas.

El prodigioso teclista Rick Wakeman anteriormente con la banda de rock progresivo Yes, publicó en el 2002 una bellísima obra titulada Songs of the Middle Earth.

Leah, es una vocalista femenina canadiense quien ha logrado forjarse una carrera bajo los anales del metal sinfónico celta, en la mayor parte del tiempo con colaboraciones del músico Eric Peterson de Testament, igualmente con letras muy enfocadas en los escritos de Tolkien.

El proyecto de black metal Opus Majestic nos ofrecieron en el 2003 el oscuro pero interesante trabajo Temptation of the Ring.

La banda de rap rock P.O.D. en su disco Testify tienen la canción Mark My Words inspirados en Aslan y aunque Evanescence es una de las tantas agrupaciones que buscaron por todas las formas posibles deshacerse de cualquier etiqueta cristiana, buscaron que sus temas Together Again y Lacrymosa fueran incluidas como banda sonora de las obras cinematográficas de Las Crónicas de Narnia, ambas canciones fueron rechazadas por considerarse oscuras, pero terminaron en el álbum The Open Door.

A propósito de la banda sonora de la primera entrega “El León La Bruja y el Ropero” recordemos que esta vino acompañada de artistas como Toby Mac, Rebecca St. James, David Crowder, Steven Curtis Chapman entre otros importantes artistas del soft rock y música alternativa.

Por supuesto nos quedaríamos cortos al tratar de encontrar todas las referencias a estos grandes autores en discos de rock cristiano que van desde la música celta de Moya Brennan, el rock clásico de Phil Keaggy o el progresivo-alternativo de Kings X, podemos recordar además que el nombre de la bohemia banda Sixpence None The Richer fue tomado del libro mero cristianismo de Lewis, para otros músicos como Silent Planet, Aslan, After Edmund, The Grey Havens y la cantante de hard rock alternativo Éowyn las referencias de sus nombres son más que evidentes.

Tiempo después que el grupo de rap rock 38th Parallel se desbanca, la mayoría de los músicos que la integraban deciden seguir juntos haciendo música en una dirección más electrónica bajo el nombre de Ministry of Magic, obviamente con letras enfocadas en las historias de Harry Potter.

En el disco Endgame de la banda de speed metal Megadeth encontramos referencias en la canción This Day We Fight sobre el personaje de Aragón, otros temas similares encontramos en Secret Kingdom del disco Go! de Newsboys.

En la parte latina encontramos referentes muy evidentes a Lewis en la banda de power metal de Colombia Energema, especialmente en su EP de navidad del 2018 The Magic Wardrobe.

Por supuesto tampoco podemos pasar por alto que no solo bandas cristianas se han basado en sus historias, algunas referencias de la trilogía cósmica de Lewis han relucido en las canciones de la banda Iron Maiden y míticas canciones como  The Battle of Evermore o Misty Mountain Hop de Led Zeppelin se escribieron basadas en los escritos de Tolkien.

La banda de power metal Blind Guardian, tiene discos como Nightfall in Middle-Earth inspirados en el Silmarillion y Tales from the Twilight World con algunas referencias a Tolkien.

Como dato curioso The Beatles intentaron en su época dorada llevar El Señor de los Anillos a la pantalla grande, buscando en el proceso a Stanley Kubrick para dirigirlo ¿El problema? A Tolkien le horrorizó la idea.

Añorando volver a casa

En medio de todos los grandes momentos que estos autores nos han hecho experimentar, aún incluso para los que no conocen sus escritos y solo han visto las películas, es por supuesto que nos llevan constantemente a enfocarnos más en prepararnos por lo que nos espera más allá del sol.

«¡Aspiren al Cielo! Y obtendrán la tierra por añadidura ¡Aspiren a la tierra, y no tendrán ni lo uno, ni lo otro» afirmó inspirado Lewis. Y es que en medio de todas estas historias fantásticas existe una realidad  tangible, que no es más que el anhelo de ver como todos nuestros dolores y tristezas experimentadas en el transitar por esta tierra, se vean lejanos y sin importancia cuando estemos delante del León de Judá, ver a Cristo en todo su esplendor ya no con la imagen de un mártir sino en todo su poder y gloria.

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