Jesus Revolution y La Gracia que Sobreabunda en Medio de la Locura

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El Movimiento de Jesús que se popularizó en California a finales de los sesenta vuelve a recobrar fuerza gracias a la recién estrenada película Jesus Revolution, que nos cuenta mayormente el testimonio del pastor Greg Laurie y como comienza a encontrar su lugar en el mundo al decidir servir al Señor el resto de su vida.

Tengo que decir que desde que se anunció la cinta, se generó en mí  una enorme expectativa, no solo por lo mucho que me llama la atención esta parte de la historia norteamericana donde muchos hippies abandonan la filosofía del flower power y deciden abrazar el cristianismo, sino que deseaba saber hasta qué punto se abarcarían temas tan complicados como ciertas corrientes doctrinales con muchos problemas teológicos o el complejo caso del predicador Lonnie Frisbee, quien fallece en los noventa a causa del sida por su estilo de vida homosexual con el cual luchaba constantemente.

Para empezar y tratar de ser justos debo decir que la realización del film es bastante sobresaliente, la forma en que se representan varios hechos históricos como la disputa universitaria que abarcó desde un representante de raza negra, un miembro de la iglesia de satán y los hippies de Jesús, los masivos bautizos en la playa de California y hasta los festivales pop de aquella época, son puntos enormes a favor.

La ambientación, la fotografía y lo cuidadosos que fueron al recrear toda una época fascinante con su respectiva estética y modismos, debo decir que le da un respiro muy grande a mucho de lo que vemos comúnmente en el cine cristiano en la mayoría de los casos.

Por otro lado, y como bien mencionaba, se trata de la historia del pastor Greg Laurie quien actualmente y bajo una formación bautista lidera Harvest Christian Fellowship, pero en aquellos años llega a la fe cristiana por medio del predicador hippie Lonnie Frisbee y la Iglesia del Calvario del pastor Chuck Smith.

Chuck Smith y su familia habían decidido arriesgar su ministerio en una congregación tradicional cuando empiezan a aceptar en su iglesia a los chicos de la contracultura de aquellos años, quienes buscaban una alternativa al libertinaje del mundo del flower power, decepcionados ya al darse cuenta que su utopía de paz y amor se degradaba cada vez más.

Lo cierto es que tenía la sospecha que terminó por ser acertadamente infundada, que la cinta terminaría por romantizar demasiado el movimiento, lo cual es complicado ya que aunque los años del llamado Pueblo de Jesús dio nacimiento a muchas iglesias también se sumaron sectas malsanas y peligrosas como la Familia Manson o Los Niños de Dios, incluso las desviaciones teológicas del Camino Internacional que aunque ya venían de décadas atrás supieron aprovechar muy bien el fenómeno juvenil de aquellos años y encontraron nuevos adeptos en los jóvenes de la contracultura.

Y es que tristemente hay que decirlo, muchas sectas al día de hoy usan el rock y la música contemporánea para promover sus torcidas enseñanzas, que siempre va acompañado de manipulación y abusos de poder.

Esto sumado además a la gran influencia de Lonnie Frisbee sobre el movimiento de “señales y milagros” que abarcaron momentos muy vergonzosos para la iglesia evangélica como el llamado “avivamiento de Toronto” en los noventa, con personas comportándose de maneras extrañas, revolcándose en el piso y gritando de maneras aterradoras, todo esto bajo la disculpa de que se encontraban en un trance supuestamente inducido por el Espíritu Santo.

No obstante, un punto a favor es el hecho que se abarca el gran problema que el pastor Chuck Smith tenía con los movimientos carismáticos y neo pentecostales, al punto que en algún momento de la película confronta a Frisbee con sus supuestas manifestaciones afirmando que debía dejar de hacer teatro.

Lo cierto es que la película omite datos llamativos, enfatiza mucho en la importancia de la banda Love Song como pioneros del Jesus Music, pero no hay rastros de la agrupación Children of the Day quienes también animaron las alabanzas de la Iglesia el Calvario tan solo unos meses antes que ellos, no me queda claro si tal vez los músicos no aprobaron el ser referenciados o por alguna razón Greg Laurie decidió pasarlos de largo, lo cual es complicado ya que su aporte a la historia del rock cristiano es indiscutible.

Pero el Movimiento de Jesús es una historia más amplia y llena de matices de lo que la película nos muestra, un viaje que en ocasiones nos deja tanto respuestas como interrogantes, un recorrido tan fascinante como analítico.

Un Génesis Psicodélico

Jóvenes de la contracultura juvenil de los sesenta anuncian las buenas nuevas

Para la llegada de la contracultura juvenil en los sesenta, solo se veían predicadores observando con horror todo lo que sucedía, mientras sus insistentes sermones afirmaban que el fin de los tiempos estaba a la vuelta de la esquina. Esto por supuesto hacía que la asistencia de los jóvenes en las congregaciones brillase por su ausencia.

La generación Beatnick buscaban una identidad lejos de los valores conservadores del modelo de familia norteamericana, escuchaban con fervor a Bob Dylan y la toda la oleada de artistas folk rock, leían y escribían poesía bajo una premisa que se hacía cada vez más social, el libertinaje en cuestiones como el sexo mostraban cada vez menos pudor y el consumo del LSD era cada vez más recurrente, aunque en su momento seguía siendo legal.

Poco a poco los hippies se abrían paso y fueron lugares como Haight-Ashbury en San Francisco sus principales centros de operaciones.

Es precisamente en la zona de San Francisco donde el pastor John McDonald y su Primera Iglesia Bautista de Mill Valley comienzan a darle forma a un nuevo despertar espiritual.

¡En una manera bastante extraña!

El matrimonio conformado por Lisa y Ted Wise quienes venían del ambiente bohemio que se respiraba en las calles comienzan a asistir a esta congregación en 1964, la llamativa pareja eran amantes del buen arte, pero también de experimentar con toda clase de drogas, Lisa comienza a asistir una noche después de un viaje de ácido y desde ese momento empieza a pedir oración por su esposo.

Lo curioso en el caso de Ted es que es precisamente en un posterior viaje de alucinógenos donde decide que debe entregar su vida a Cristo.

Afirma a partir de ese momento el percatarse de su condición de pecador y su necesidad de Dios, comienza a asistir a la iglesia, bautizarse y testificar en las fiestas con sus amigos, mientras seguía consumiendo ácido.

Sin embargo, es llamativo como describe su conversión como la de un joven Pablo camino a Damasco.

Mientras me dirigía a mi propio Damasco… me encontré en la necesidad de clamar a Dios para que salvara mi vida en todos los sentidos de la palabra. Jesús me sacó de mi trasero metafísico. Podría elegirlo a Él o, literalmente, sufrir un destino peor que la muerte.

Y es que en medio de todo esto el Mesías empezaba a convertirse en lo más relevante de su existencia: “Simplemente me fascinó Jesús», afirmaba al recordar como comenzaba su apasionado estudio en El Nuevo Testamento.

No obstante, la historia comienza a adquirir algunos matices que alterarían los nervios a muchos creyentes más ortodoxos.

Un “Viaje” al Paraíso

Ted Wise se convierte en una figura influyente en más de una forma

Otra pareja clave en este nuevo resurgir fueron Jim y Judy Doop.  Jim probaba suerte como comediante bajo el nombre de «Jimmy Sand» donde realizaba su número en clubs de striptease, ya habían tenido ciertos acercamientos al cristianismo asistiendo a una iglesia presbiteriana pero la curiosa conversión de los Wise les llamó demasiado la atención. Jim admiraba a Ted y respetaba ahora su conocimiento sobre la biblia.

¡Al igual que las drogas alucinógenas!

Es entonces cuando en una tarde de visita casa de Ted debatiendo la palabra, escuchando el nuevo disco de Bob Dylan y tras una mala racha con drogas donde igualmente Jim Doop empieza a sentirse miserable, «Oh Padre, perdóname» declaró tras cierta dificultad para respirar:

“Inmediatamente todo el peso que tenía sobre mi pecho desapareció, y la oleada de alivio de mi corazón fue de júbilo… Mis ojos estaban cerrados y había una luz brillante frente a mí. Sentí tanta felicidad. Nunca antes había conocido algo así”.

A partir de este momento la sed de Doop por la lectura bíblica fue insaciable.

El siguiente en sumarse a la lista sería Steve Heefner y su esposa Sandy, este trabajaba en la radio y se codeaba con la crema y nata del rock de aquellos años, teniendo una relación cercana con Janis Joplin, Jimi Hendrix y Brian Jones de los Rolling Stones.

El cuarteto se termina de gestar con Dan y Sandy Sands, quienes de alguna manera también habían conocido la mariguana gracias a Ted, como habría de esperarse también recibieron su llamado a conocer a Jesús por medio de su amigo…así como los alucinógenos.

No parece estar muy claro en aquellos años si el pastor MacDonald era consciente de la extraña combinación de los Wise, lo cierto es que ya corrían los años del Verano del Amor y bajo su aprobación este cuarteto de matrimonios comienza a gestar una de las primeras comunidades cristianas que buscaban llegar a los jóvenes.

Una misión evangelística en pleno Haight-Ashbury llamada The Living Room.

Algunos jóvenes que asistían a los festivales de rock pasaban por allí, ya eran tiempos de vivir en comunidad, pero esta vez se encontraban con algo diferente.

En ocasiones tuvieron invitados por demás bizarros como el mismísimo Charles Manson, que por ese tiempo recién salía de la cárcel por robo y vio en las comunidades de jóvenes hippies la posibilidad de encontrar adeptos para su posterior secta, por esos días intentó adoctrinar sin mayor éxito a una chica llamada Connie, quien sería tiempo después la esposa de Lonnie Frisbee de quienes ya hablaremos más adelante.

Se cuenta que en medio de sus extrañas visitas en algún momento le menciona a Wise que el es Dios, a lo cual sin mayor exaltación este le responde que de ser cierto, eso sería una gran decepción.

Su misión como anunciantes de las buenas nuevas comenzaba a llamar la atención al punto que la prensa de aquellos años comenzaron a hablar de ellos denominándolos “cristianos psicodélicos”, el problema que había en ese momento era su falta de comprensión acerca del daño que se provocaban así mismos con las sustancias alucinógenas, poco a poco empezaron a ser conscientes del mal del LSD, pero no tenían reparo en probar la mariguana cuando se les ofrecía en sus momentos de evangelización como en festivales musicales.

Las hazañas del grupo han llenado cantidad de historias bastante locas como que Jim Doop llega a despojarse de sus ropas para compartir las buenas nuevas en una playa nudista.

No sabemos con certeza que tan cierto fue, pero al llegar a este punto de la historia, debemos ser honestos en afirmar que no debería sorprendernos.

Afortunadamente esto no llegó demasiado lejos, fue Dan Sands quien comienza a concientizar al equipo que existía una enorme contradicción al buscar servir al Señor mientras recurrían a cualquier tipo de sustancia, es a partir de aquí que todo comienza a cambiar y toman la decisión de abstenerse tanto dentro como fuera de The Living Room.

No todo fue fácil de igual manera, mientras que figuras religiosas como Billy Graham comenzaban a mirar con agrado e interés a Ted y sus amigos, otros personajes como Dave Wilkerson llevaría su intolerancia al límite del ridículo.

El grupo de “cristianos psicodélicos” se entusiasmaron al saber que el predicador vendría a visitarlos y filmarlos para dar a conocer su trabajo, la emoción se vendría abajo cuando la radical pero molesta forma de actuar de Wilkerson convierte su visita en un fuerte interrogatorio sobre si practicaban el amor libre o debían cortarse el cabello.

Ted y compañía empiezan a defender su postura afirmando que todo lo hacen para servir al Señor, pero esto no era suficiente para el predicador.

No es necesario imaginarnos que esto no termina nada bien ya que la grabación se conserva hasta hoy y se puede encontrar en youtube, donde vemos que, aunque Dave es expulsado de la comunidad al colmar la paciencia de los acusados, continua fuera del lugar debatiendo su postura.

No es difícil entender porque años más tarde, el polémico rockero Steve Taylor se mofa del predicador en sus cómicas canciones.

Algo destacable en Ted Wise era que, a pesar de su enorme entusiasmo por la palabra de Dios, tenía un espíritu crítico que no permitía que lo emocional nublara el sentido común o como se dice comúnmente “no se dejaba impresionar o convencer fácilmente”.

Es por eso que, aunque recibe amablemente la visita de Victor Paul Wierwille de la mencionada anteriormente congregación El Camino Internacional, se siente bastante incomodo con sus enseñanzas sectarias sobre el fin de los tiempos, una no muy clara postura sobre temas como el sexo y por supuesto su temática del “Poder para la vida abundante” que no son más que ideas de adoctrinamiento sobre un “cristianismo positivo”.

Esto lamentablemente fue degradándose al punto de llevar a una ruptura de ideas en los miembros del grupo que causó la división de los precursores del movimiento de Jesús, comienzan a tomar caminos separados y en el caso de Ted Wise decide tiempo después marcharse a la comunidad de Iglesia Bíblica Península de Palo Alto de Ray Stedman, quien le ofrece seguir trabajando para jóvenes en estado de rehabilitación, mientras que los demás entran a pertenecer a iglesias bautistas y luteranas.

En esta parte de la historia debo decir que en medio de los evidentes errores que estos pioneros del movimiento cometieron, existía un deseo ferviente por dar a conocer a Jesús, aunque no fueran plenamente conscientes de los tropiezos que ellos mismos provocaron al principio.

Es en ese punto donde si decidimos aprender de la historia, nosotros mismos deberíamos ser capaces de llegar a evaluarnos y ser autocríticos, ya que las buenas intenciones no siempre significan que hagamos las cosas correctamente, es por ello que necesitamos del Espíritu Santo en nuestras vidas para alinear la voluntad de Dios con la nuestra.

Llega la Hora de los Jesus Freaks

El pastor Chuck Smith bautizando en las playas de California al lado de Lonnie Frisbee

Tras esta primera ruptura de una de las comunidades que fue pionera del movimiento, comienza la gran explosión de la cual una figura clave pero profundamente controvertida como Lonnie Frisbee es hasta el día de hoy referenciado por muchos, aunque otros pretendan ignorarlo.

Regresando a la idea de la película Jesus Revolution, siempre me pregunto sobre la extraña necesidad de algunas cintas incluso de corte evangélico de tergiversar ciertos datos o dejarlos por fuera de sus historias, ya que la escena donde Lonnie Frisbee hace autostop para dirigirse a California nos muestra a la hija del pastor Chuck Smith ofreciéndose a llevarlo, cuando realmente fue el novio de la chica en aquel momento.

A esto se le suma que cuando Frisbee se presenta en la casa del pastor venía acompañado de Ted Wise, para ese momento Smith se encontraba ya algo agotado de los abusos del movimiento carismático y neo pentecostal y todos los problemas doctrinales y teológicos que conllevan, sin embargo, su esposa Kay aun continuaba con algunos vestigios de estas enseñanzas y es ahí donde le profetiza a Frisbee que muchos prestarían atención a sus palabras.

Chuck Smith se mantenía un poco distante mientras que Ted Wise no es que se sintiera cómodo propiamente, ya que como mencionamos antes no era alguien que dejaba impresionar fácilmente a pesar de su falta de madurez espiritual en otras áreas, pero para la historia de Lonnie Frisbee esto sería un detonante de cosas muy confusas que pasarían en el futuro.

Pero retrocedamos un poco por el momento.

Ya habíamos abarcado un poco la historia de Lonnie Frisbee en un artículo anterior por lo cual no ahondaremos demasiado, el caso es que no podemos ignorar algunos datos importantes.

Nacido bajo la premisa de una niñez difícil de la que se cuenta que llegó a ser abusado sexualmente, Frisbee se había convertido en el típico chico psicodélico de aquella década, experimentando con filosofías y el misticismo, posteriormente y de una manera muy similar a las historias de sus amigos de The Living Room, encuentra su curioso llamado.

En una ocasión tras el consumo de ácido, completamente desnudo y en posición de loto en el Cañón de Tahquitz al sur de California tiene una visión que cambiaría su vida a partir de ese momento:

“Las paredes del Cañón Tahquitz empezaron a hormiguear y cambiar. El Señor se me identificó y me dijo “Yo soy Jesús” … y entonces me dio una visión del océano Pacífico, lleno de personas rogando salvación…yo estaba al frente, predicando la palabra”.

Connie Bremmer contrae matrimonio con este singular personaje, no propiamente por una atracción sentimental ni física sino por supuesta dirección divina, algo que no es difícil adivinar culminaría posteriormente de una manera nada agradable.

Ella misma es quien afirma que la sed de experimentación de Lonnie lo llevaba por la misma dirección de enseñar la Biblia y hablar constantemente de Ovnis como si ambos temas estuvieran relacionados.

Es en medio de todo esto que cruza caminos con el ahora llamado “Dad Chuck”, quien a pesar de su presencia de pastor tradicional se convierte en figura paterna para aquellos sedientos hippies que deseaban escuchar la palabra de Dios, a menudo invitados por Frisbee.

Es entonces cuando la pequeña iglesia de Chuck se trasforma en una comunidad en crecimiento, llena de inquietos jóvenes que llegaban con su ropa vaquera, sandalias e indumentarias que se asemejaban a los nativos, poco a poco el crecimiento los llevó a abrir sede en una enorme carpa y la bella imagen muy bien retratada en la película de Greg Laurie de cientos de chicos bautizándose en las playas de San Francisco.

Es entonces cuando otra comunidad que sirva para llegar a los jóvenes esta vez bajo el apadrinamiento de los Smith y el liderazgo de los Frisbee comienza a gestarse.

La gente de Jesús era critica en cuanto a la iglesia tradicional y buscaban al igual que sus contrapartes hippies encontrar una vida más sencilla y comunitaria, pero como bien solemos aprender de la historia, nada es tan simple al menos con el pasar del tiempo.

Lonnie Frisbee comienza destacarse por encima del pastor Chuck y se desata la curiosidad masiva de conocer a aquel predicador que lucía como rockstar al igual que se “parecía” mucho a Jesús, por supuesto a la imagen del Jesús norteamericanizado de las películas de Hollywood.

No obstante, era torpe en enseñar la palabra basándose mucho en su propia interpretación, pero de alguna manera su forma carismática de comportarse parecía compensar todo esto, los problemas con el veterano pastor comenzaban a hacerse camino.

Uno de los grandes problemas de Lonnie Frisbee era que fue evidentemente influenciado por personajes como Kathryn Kuhlman, de hecho, existe un programa de esta tele evangelista donde invita a Chuck y su gente, algo retractado de forma breve igualmente en la película.

Kathryn Kuhlman no solo decía tener la unción de sanidad y milagros, sino además la extraña idea de no ofender a las personas con el concepto del pecado y prefería hablar “cosas positivas”, además de abarcar por supuesto el tema de la prosperidad que siempre se resume a cuestiones financieras, aunque tal vez sobra decirlo, es obvio como esta superficial y pobre manera de presentar el evangelio se ha seguido ejerciendo hasta el día de hoy.

Lonnie Frisbee aprendió a imitar muy bien estos conceptos en sus reuniones lo que comenzó a agrietar su relación con Chuck Smith hasta que la ruptura se hizo evidente, todo esto sumado además que Frisbee comienza a sentirse indispensable en el ministerio.

Frisbee termina marchándose de esta comunidad lo cual aun con ciertos temores de Chuck esto no impidió su crecimiento, pero el hippie predicador termina encontrando refugio en La Viña, una comunidad donde ejerce con más libertad su ministerio.

A pesar de todo, la turbulenta relación con su esposa Connie no logra rescatarse y terminan divorciándose para 1973, lo cierto es que la fama de Frisbee no se detiene y termina viajando a países como Sudáfrica y Europa, lo cual refuerza de una manera más grande toda esta corriente de “señales y maravillas”.

La gran caída llega a finales de la década en la cual los llamados jesus Freak ya comenzaban a perder vigencia, para ese entonces salen a la luz las tendencias homosexuales de Lonnie Frisbee que causan su despido nuevamente de otra de las comunidades clave del movimiento.

Algunos como Greg Laurie o incluso Ted Wise, suelen hablar de las caídas sexuales de su amigo como cuestiones ocasionales, esto no podemos juzgarlo realmente, lo cierto es que se dice que Frisbee solía frecuentar el ambiente libertino del área de Laguna Beach y fue finalmente la causa de contraer el sida y fallecer en los noventa.

Para tratar de ser claro lo mejor posible, no niego de ninguna manera los milagros en la actualidad ni tampoco la sanidad divina, creo incluso que Dios se mueve en medio de nuestras imperfecciones y es paciente con sus hijos, de alguna manera se me viene a la mente la imagen de personajes como Sansón, el cual Dios usó poderosamente hasta que el persistir en su pecado le llevó a una inminente caída.

En este sentido es muy arriesgado lanzar un análisis certero sobre si eran ciertos o no los milagros de se decían pasaban en las reuniones de Frisbee, muchos de los presentes en aquellos años afirman que lo fueron.

Muchas veces el problema se encuentra básicamente en el hecho que los milagros, no necesariamente nos guían hacia el camino de la regeneración o la salvación misma, la Biblia nos lo relata muy bien con personas que fueron sanadas por Jesús, pero no siempre decidieron seguirlo ni cambiaron sus vidas.

Esto puede acarrear enormes problemas de carácter y tendemos a olvidar que si creemos estar firmes debemos cuidarnos de las caídas.

Otra de las grandes dificultades es que al analizar el cristianismo en los tiempos del apóstol Pablo, la cizaña siempre creció con el trigo, pero siempre había un constante cuidado de no permitir que enseñanzas contrarias se establecieran en las congregaciones, hoy parecer girar todo en sentido contrario y damos un fuerte amen a cuanta idea quiere meterse en la iglesia.

One Way

El Pueblo de Jesús podría generar simpatía o desprecio pero no pasaban desapercibidos

Para finales de los sesenta el fenómeno de los Jesus Freaks había crecido de manera llamativa, los medios de comunicación no lo pasaron por alto, como la ya famosa portada de la revista Time, no cabe duda que fue la idea para operas rock como Jesucristo Superstar y Godspell, además que fue la llegada del Jesus Music o Jesus rock.

Para este tiempo muchos movimientos se habían establecido alrededor de Norteamérica, algo que con el tiempo se extendió por algunos países latinos y europeos, pero esto ya es tema para después.

Lo cierto es que ya no era difícil encontrar a muchos de estos hippies renovados en barrios marginales predicando a trabajadoras sexuales, gritando con pancartas en contra del aborto y hasta de las filosofías de la nueva era.

Los transeúntes podrían mirar con interés o desprecio, pero definitivamente no pasaban desapercibidos.

Posiblemente fue irritante para el evangelio tradicional escuchar como la jerga popular de los jóvenes ahora adquiría un significado algo extraño, ya que ahora se hablaba de “colocarse” o entrar en un “viaje” con Jesús.

Una nueva misión evangelística se abre paso en Sunset Strip con el pastor Arthur Blessitt, quien se establece con su familia, fue este hombre uno de los que vio que la brecha generacional podría ser un problema ya que al principio su imagen tradicional causa que los hippies a quienes intentaba evangelizar pensaran que era un policía antinarcóticos y salían huyendo.

Poco a poco no solo se renueva su vestuario sino también sus estrategias para llegar a esta generación, se establece una comuna donde se repartían sándwich y refresco, mientras se hacía un fuerte énfasis en las verdades espirituales para ser salvos.

En algunos momentos los esfuerzos por llegar a estas comunidades fueron vergonzosos y tragicómicos como la ocasión en que alguien agrega LSD al refresco y terminan en un inevitable viaje.

Y es que en este punto ya nos damos cuenta que las cosas siempre fueron difíciles.

Arthur Blessitt podría ser algo excéntrico, pero evidentemente era un apasionado por el evangelio, ya que su mensaje de One Way no se queda en Sunset Strip y tiempo después lleva su mensaje por todo el mundo, siempre con la particularidad de cargar una cruz a sus espaldas.

Algo que me resulta bastante gracioso es como en maneras más que evidentes esa forma de hacer cultos religiosos del Pueblo de Jesús, fueron heredadas a nuestras comunidades latinas, aquellas que en los noventa se negaba a renovar su música y modernizarse en cuestiones estéticas, pero cuyos cánticos y manierismos estaban fuertemente influenciadas por estas iglesias setenteras que de igual manera fueron contestarias para la comunidad evangélica de esos años.

Por supuesto que cada avivamiento o movimiento de renovación en la iglesia ha traído su propia música, pero en esta ocasión el golpe cultural era más fuerte ya que el rock era ya en esos tiempos pieza de condenación infernal.

Es por ello que no es posible avanzar en este punto sin hablar del denominado padre del rock cristiano, el eternamente polémico Larry Norman.

El Poeta Rebelde se Desata

Larry Norman se convierte en el Padre del Rock Cristiano pero no necesariamente encajaba en el molde eclesial.

Siempre pasa a la hora de exponer la historia de la música que se cometen ciertos errores en cuestión de hablar de los verdaderos pioneros.

Por poner un ejemplo popular, el grunge no fue creado por Nirvana ni fueron ellos la primera banda en grabar este género, ya el movimiento de Seattle se estaba gestando desde hace un buen tiempo, es solo que fue el trio de Kurt Cobain y compañía quienes llevaron esta música a un público más masivo y cercano a la MTV.

Dicho esto, es importante destacar que no fue Larry Norman el primer rockero cristiano ni el primero en grabar un disco de esa índole.

Es importante decir que grupos vocales como The Gaithers o The Imperials (quienes fueron un grupo vocal de las giras de Elvis Presley) ya venían renovando y modernizando los sonidos del gospel, Ralch Charmichael por su parte deseaba que sonidos como los del big band ayudarán a mejorar la música congregacional y fue uno de los que “profano” la adoración al introducir la guitarra eléctrica.

Solo unos años antes de Norman, la cantante Isabel Baker y bandas como The Cruzaders o Mind Garage estaban dando forma a la idea de usar el rock para expresar la fe cristiana, en Europa por ejemplo ya estaban bandas como The Pilgrims o The Crossbeat, además de la ya conocida conversión de Cliff Richard.

¿Qué hace entonces a Larry Norman tan particular y digno de ser llamado el padre del rock cristiano?

Bueno, eso debemos valorarlo en el sentido de su alcance tanto secular como cristiano, el hecho de grabar para la Metro Goldwyn Mayer y ser producido por el legendario productor de The Beatles George Martin durante su estadía en Europa, eran logros que ningún otro artista había hecho hasta ese entonces.

Claro está, siempre que escribo sobre un músico mayormente de mi interés, prefiero dar más valor a su trabajo como artista y es aquí donde todo se poner mejor.

Larry Norman ha sido un músico del que he tenido cierta resistencia a escribir sobre él, no porque no tenga el deseo, todo lo contrario, me produce tanta fascinación que me quedo corto con un solo escrito.

Las canciones de Norman podrían ser evangelizadoras, pero al mismo tiempo tan confrontantes sobre la fe y tan críticas hacia la iglesia misma que no tardaría en incomodar a muchos, llenas de sátiras y humor.

No solo era un apasionado de su fe, ya que la literatura y su inclinación por la poesía, le daban un toque intelectual a su obra, no perdían el enfoque social e incluso romántico, pero podrían fusionarse fácilmente con su amor por Jesús.

Algunas de sus canciones como I wish we’d all been ready que hablan sobre el rapto y la segunda venida de Cristo (Un tema muy recurrente en los sermones de ese tiempo), eran fácilmente aceptadas e interpretadas por muchos en la iglesia, pero no sucedía lo mismo con otras tan desafiantes como ¿Why Should The Devil Have All The Good Music? Donde cuestionaba a aquellos que afirmaban que el rock y la fe no deberían fusionarse, entre ellos su propio padre a quien de manera mas sutil le dedica I am a servant, lo cual es llamativo ya que muchos creen que se trata de una declaración de fe, pero realmente es una sátira a la complicada relación que siempre mantuvo con su progenitor.

UFO, why don’t you look into jesus? (En cierta manera dedicada a Janis Joplin), the rock that doesn’t roll, the great american novel, watch what you’re doing, righteous rocker y la cómica moses in the wilderness, fueron muestras para la posteridad de su creatividad e ingenio.

Larry había comenzado su carrera en la banda People! con su amigo Gene Mason, el grupo no compartía la misma fe, pero alcanzaron un éxito moderado con I love You un disco cuyo tema homónimo era en realidad un cover de The Zombies grabado en Capitol Records.

El disco tiene una calidad bastante llamativa y que cuenta además con otras excelentes canciones como 1000 Years B.C., que tiene una referencia sutil al Espíritu Santo, Nothing Can Stop The Elephants, una versión de We Need A Whole Lot More Jesus and A Lot Less Rock ‘N’ Roll (Necesitamos más de Jesús y menos del rock n roll), que es en realidad un cover del cantante country Wayne Raney y que en realidad no me queda muy claro si se trata de una sátira por la manera en que es interpretada.

El disco cierra con una impresionante composición de Norman y Denny Fridkin titulada de The Epic, una mini ópera rock basada libremente en El Señor de los Anillos, de quien se ha rumorado que fue la inspiración de Pete Townsed de la banda The Who para componer su obra Tommy, pero esto se ha basado más en especulaciones que en hechos comprobados.

Lo que sucede a partir de este momento es difícil de definir según del lado de quien se desee estar, Norman afirma que siente un llamado mas fuerte a compartir el evangelio y se marcha de la banda, pero sus compañeros afirmaban que ya lo habían despedido debido a su carácter tan complicado.

Lo cierto es que, para el lanzamiento de su segundo disco, los miembros de la agrupación habían abrazado la Cienciología, que como muchas otras sectas en ese tiempo empezaban a tomar fuerza, Norman no quería hacer parte de eso, pero si había probado suerte audicionando para el musical Hair.

Finalmente, Norman se establece en la Iglesia Presbiteriana de Hollywood, una de las primeras en fundar los café bar cristianos que servían como medio de evangelización de la contracultura, el músico se convierte en portavoz de la generación de los Jesus Freaks y su música.

Todavía existe mucho que decir de este músico que, como toda leyenda, tiene muchos matices y anécdotas complicadas de seleccionar entre lo que fue real y lo que no, de lo cual hablaremos en un artículo extendido dedicado exclusivamente a él, fallece en el 2008 tras delicadas complicaciones de salud dejando un legado insuperable.

Como bien mencionamos anteriormente bandas como Love Song y Children of the Day provenientes de la matriz de Calvary Chapel, allanaron el terreno para la creación de la llamada Jesus Music, lo que pasó es que como suele suceder, las grabaciones de otros artistas tipo folk rock se volvieron excesivamente recurrentes, al punto que podría ser tedioso.

No obstante, también hicieron su aparición artistas y bandas de una calidad musical impresionante como Fraction, Dr Hooker, el virtuoso de la guitarra Phil Keaggy, All Saved Freak Band, Andrae Crouch and the disciples, Earthen Vessel, Agape, Azithis, así los primeros indicios de Petra y Servant, todo esto con géneros más innovadores como el rock psicodélico, funk, progresivo, acid, stoner y el hard rock.

Rez Band

En este ultimo por supuesto sería casi un crimen dejar de lado a Rez Band  o Resurrection Band quienes provenían del movimiento Jesus People USA de Chicago, el cual surge en 1972 en Milwaukee, tanto la comunidad como la banda tenían un enfoque algo diferente a las anteriormente nombradas, ya que, aunque igualmente continuaban una línea evangelística como prioridad, para ellos eran importante la protesta social que los creyentes se hiciesen sentir en esos terrenos.

Rez Band seguían las directrices de los sonidos más pesados de la época con mucha influencia del buen blues, liderados por Glenn Kaiser y su esposa Wendy, junto con Stu Heiss, Roy Montroy y John Herrin.

A pesar del moderado éxito y popularidad, la banda siempre tuvo un horizonte enfocado en la evangelización y la obra social, Glenn Kaiser por su parte fue el fundador del mítico Cornestone Festival, que con los años se convierte en la plataforma para las bandas más relevantes del rock cristiano.

Keith Green y su esposa Melody

Otro artista que no se podría pasar por alto es por supuesto, Keith Green quien emulaba el sonido piano rock, que se comenzaba a abrir paso gracias a músicos como Elton John.

Si Larry Norman fue polémico por su actitud rebelde y contestataria que hacía que no encajara del todo en el modelo rockero y al tiempo religioso, Green lo era por ser confrontante con la Palabra de Dios al punto de desafiar a la iglesia al despertar espiritual.

Como cualquier típico hippie de esos años se interesa por el misticismo oriental y el amor libre, había probado suerte en el mundo de la música grabando algunas canciones como sencillos, pero no llego más allá realmente, conoce posteriormente a su esposa Melody que se convierte en su compañera inseparable no solo sentimentalmente sino también en su ferviente deseo de compartir el evangelio tras su entrega al Señor a principios de los setenta.

Una casa en los suburbios de Los Ángeles se convierte no solo en su hogar sino su centro de operaciones misionero, donde muchos jóvenes sin rumbo, prostitutas, moteros y drogadictos comenzaron a llegar y ser evangelizados, todo esto ante la mirada extrañada de sus vecinos.

Sus grabaciones musicales no solo eran artísticamente llamativas, también se convertían en aliciente para muchos cristianos animándolos a no desfallecer en la fe y continuar la tarea a pesar de los duros momentos, eran igualmente un profundo llamado a la santidad, todo esto por la donación grande o pequeña que el comprador pudiera brindar.

Green enfatizaba constantemente su preocupación en la ya naciente industria de la música cristiana y su inclinación al dinero, no tenía tapujos en mostrar su desagrado frente a la idolatría a los cantantes cristianos, todas estas cosas finalmente avanzarían en formas realmente tediosas.

Lamentablemente un accidente de avión en unos tempranos años ochenta, cobró la vida del cantante, pero dejó un legado inigualable que a decir verdad y observando el estado actual de mucha de la música cristiana, debería recordarse mas a menudo.

Todo es Pasajero

Aunque algunos pretenden alargar de mas toda esta historia, lo cierto es que para mitad de los años setenta el movimiento se había ya desgastado, con todo lo bueno y lo malo de aquellos años la gente del Pueblo de Jesús ya perdía vigencia, ya que finalmente el sueño hippie era ya era solo un recuerdo independiente de las creencias individuales.

Si los tempranos hippies una década antes se desencantaban de sus filosofías, ahora eran tiempos de crecer en otros caminos, según como se le quiera mirar.

Las ropas psicodélicas, el cabello largo y las sandalias se cambiaron por una imagen de predicadores más tradicionales, algunos terminarían abrazando el mismo fundamentalismo religioso con el cual lucharon y fueron críticos al principio.

las comunas se desintegraban al darse cuenta de la enorme complejidad que esto conlleva, la música pasó de ser Jesus rock a convertirse en una industria llamada “música cristiana contemporánea” con sus respectivos empresarios movidos por el dinero y la estrategia de crear celebridades evangélicas que fueran a la par con la moda juvenil, algo que se vuelve más usual en estos tiempos y se satura de cantantes pop, más llamativos estéticamente que talentosos.

Esto además que muchos predicadores que al principio se mostraban renuentes, terminarían por ver esta nueva contracultura como una oportunidad de promover la idea de un cristianismo conservador involucrado ferozmente en la política, algo de lo cual no hace falta analizar demasiado algunos nefastos resultados.

Para los años noventa con la llegada del nuevo rock alternativo, el concepto de los Jesus people pretendía un nuevo regreso, las referencias eran claras en canciones como Jesus Movement de Audio Adrenaline o el icónico disco Jesus Freak de D.C. Talk, pero en esta ocasión se trataba más de un asunto de nostalgia por los sesenta, reflejado en la enorme explosión de bandas de rock cristiano y masivos festivales.

Siempre he sentido una enorme atracción por aquellos años, trato de ser neutral en la idea de denominarlo como “el ultimo gran avivamiento en la historia de Norteamérica” como muchos le llaman o simplemente un movimiento contracultural juvenil de tantos que han marcado la historia en las ultimas décadas.

Lo cierto es que está llena de personajes interesantes, historias difíciles de pasar por alto y grabaciones musicales llamativas.

Pero lo más importante es que me invita a reflexionar mucho, ya que los errores y aciertos son finalmente la historia del ser humano, la Biblia misma nos muestra como los hombres usados por Dios no estuvieron exentos de fracasos o malas decisiones, pero por encima de todo está la gracia que prevalece en medio de nuestras locuras.

Esa gracia no solo nos sostiene, sino que nos guía hacia el buen camino, algo que reflexiono tras recordar mis primeros años de mi vida cristiana y como ese entusiasmo me llevó en medio de mi inocencia a hacer cosas que creía correctas para llegar a otros con el evangelio.

A decir verdad, me puedo hasta sonrojar con simpatía en la soledad de solo recordar muchas de mis acciones en aquellos años, pero finalmente todo responde al deseo de querer agradarle, algo que pese a los años y madurez no debe perderse, al contrario debería acrecentarse como la primera vez.

Es en este sentido en el que deberíamos sentir empatía por los Jesus Freak y ese apasionado deseo de predicar las buenas nuevas con una motivación efervescente, pero sin olvidar nuestra necesidad natural de crecer en el conocimiento de Dios y su palabra.

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